miércoles, 22 de junio de 2011
La Cámara dejó libres de culpa y cargo a los funcionarios y empresarios acusados por defraudar al Estado en los años menemistas
26 de noviembre de 2011
Apenas conocido el fallo adoptado por los vocales Augusto Diez Ojeda y Mariano González Palazzo, con el voto en contra de Gustavo Hornos, comenzaron a escucharse las primeras quejas. Sobresueldos, entregas dudosas, extrañas cuentas en el exterior de funcionarios menemistas, todo quedaba en el olvido. La medida benefició a Germán Kammerath, ex secretario de Comunicaciones y ex intendente de Córdoba, y Alejandro Cima, ex subsecretario de Comunicaciones, a quienes se les había trabado un embargo de 100 millones de pesos. También a Roberto Catalán, ex presidente de la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) y a sus vicepresidentes Roberto Uanini y Hugo Zothner. La Justicia también sobreseyó a Alberto Gabrielli, ex presidente de la Comisión de Seguimiento y Preadjudicación del gobierno menemista; Patricio Feune Colombi, ex miembro del directorio de la CNC; Pablo Arancedo, ex director de Asuntos Jurídicos de la CNC; Matías Bourdieu y Luis Romero, ex miembros de la comisión.
Por la parte empresarial, fueron sobreseídos los directivos de la compañía francesa: Jorge Neuss, titular de Thales Spectrum International, accionista mayoritario de la filial argentina y compañero de golf de Carlos Menem; el francés Jean Nicolás Rostan D’Ancesune West, y Juan Carlos Cassagne, presidente de la filial argentina. Tanto Neuss como Cassagne tenían un embargo de 200 millones de pesos.
Para tomar dimensión de lo que significó el contrato con Thales Spectrum vale recordar que luego de una controvertida entrega en 1997, la compañía quedó a cargo de fiscalizar el uso apropiado del espectro radioeléctrico y cobrar un canon a los usuarios: telefonía celular, radios AM y FM, radiotaxis, además de los canales de televisión y compañías aéreas, entre otros. Pero esta concesión marcó un hito para la Argentina: se convirtió en uno de los pocos países en el mundo que delegaron esa actividad a una empresa privada. Si no fuera porque dos países africanos habían hecho antes lo mismo, el dato hasta podría haber encontrado un lugar en el Libro Guinness de los Récords.
El contrato con Thales Spectrum era por quince años, hasta el 2012, con una opción de prórroga por cinco años más, y significó un negocio de 500 millones de dólares, según estimaciones oficiales. Todo olía raro. Tanto la Auditoría General de la Nación como la Sindicatura General de la Nación, ambos organismos encargados de inspeccionar las cuentas públicas, encontraron numerosas irregularidades. Por ejemplo, la empresa habría incumplido en un 70 por ciento el contrato. Ni habría invertido mínimamente para reducir interferencias o evitar trasmisiones clandestinas y también adeudaba el canon a las arcas públicas. La denuncia original habla de un perjuicio de 302 millones de pesos a las cuentas del Estado, mientras que otras investigaciones elevaron finalmente la cifra a casi el doble. Hasta el semanario francés Le Point reveló en octubre del 2003 que desde Thales se habrían girado 25 millones de dólares a cuatro cuentas de bancos estadounidenses vinculadas a funcionarios de la administración menemista.
Todos estos informes que daban cuenta de los pasos en falso, tanto de la gestión menemista como de Thales Spectrum, impulsaron al ex presidente Néstor Kirchner a anular los contratos en febrero del 2004 y a reestatizar el control del espectro radioeléctrico. Hoy los “12 apóstoles” tienen varias razones para festejar. El delito de fraude a la administración pública previsto en el artículo 174 los podría haber castigado con penas de dos a seis años de prisión, pero zafaron. El procesamiento, en primera instancia, dictado por el juez federal Sergio Torres, que estimaba una defraudación estimada en 671.831.357,09 pesos; luego la confirmación de la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal que consideraba que se habían pagado coimas a funcionarios menemistas para digitar la concesión, sabiendo que el contrato no podía ser cumplido, todo quedó en la nada.
Hasta el diputado radical Ricardo Gil Lavedra debe estar festejando con su defendido, el abogado Juan Carlos Cassagne, presidente de Thales Spectrum Argentina. Mientras tanto, el perjuicio ocasionado al Estado quedó una vez más sin responsables. El doctor Jorge Eduardo Anzorreguy, defensor de Matías Bourdieu y reconocido no sólo por ser hermano de Hugo Anzorreguy, jefe de la SIDE durante el gobierno del ex presidente Menem, sino también por ser abogado de Marcela y Felipe Noble Herrera en la causa por la filiación de ambos, también debe estar brindando.
El único que todavía no puede festejar es Carlos Menem, quien fue procesado en una causa conexa por el juez federal Norberto Oyarbide en 2009, y si bien el proceso había sido archivado, la Cámara Federal ordenó reabrirlo y volver a investigar al ex mandatario por “administración fraudulenta”. Aún espera resolución en los tribunales de Comodoro Py.
Mientras tanto, la causa Thales Spectrum fue cerrada. La faja dice “Inexistencia de delito”.
Fuente: Revista Veintitrés
SOBRESEEN A LOS PROCESADOS POR THALES SPECTRUM.
Falló casación
Por Graciela Moreno
No importaron los informes de la Auditoría General de la Nación (AGN), ni los duros señalamientos de la Sindicatura General de la Nación (Sigen), ni de la Oficina Anticorrupción, ni las revelaciones de medios franceses ni, menos aún, la anulación del contrato durante el gobierno de Néstor Kirchner. Para la Cámara de Casación Penal parece no haber existido delito alguno en la privatización del espectro radioeléctrico concedida en la era menemista a favor de la empresa francesa Thales Spectrum. En un polémico fallo, dio vuelta los pronunciamientos de primera instancia y de Cámara y sobreseyó a los doce procesados de la causa que investigó un posible fraude a la administración pública por una suma de varios cientos de millones de pesos. El único que todavía sigue procesado en una causa conexa es el mismísimo Carlos Saúl Menem. El resto ya está libre de culpa y cargo.Apenas conocido el fallo adoptado por los vocales Augusto Diez Ojeda y Mariano González Palazzo, con el voto en contra de Gustavo Hornos, comenzaron a escucharse las primeras quejas. Sobresueldos, entregas dudosas, extrañas cuentas en el exterior de funcionarios menemistas, todo quedaba en el olvido. La medida benefició a Germán Kammerath, ex secretario de Comunicaciones y ex intendente de Córdoba, y Alejandro Cima, ex subsecretario de Comunicaciones, a quienes se les había trabado un embargo de 100 millones de pesos. También a Roberto Catalán, ex presidente de la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) y a sus vicepresidentes Roberto Uanini y Hugo Zothner. La Justicia también sobreseyó a Alberto Gabrielli, ex presidente de la Comisión de Seguimiento y Preadjudicación del gobierno menemista; Patricio Feune Colombi, ex miembro del directorio de la CNC; Pablo Arancedo, ex director de Asuntos Jurídicos de la CNC; Matías Bourdieu y Luis Romero, ex miembros de la comisión.
Por la parte empresarial, fueron sobreseídos los directivos de la compañía francesa: Jorge Neuss, titular de Thales Spectrum International, accionista mayoritario de la filial argentina y compañero de golf de Carlos Menem; el francés Jean Nicolás Rostan D’Ancesune West, y Juan Carlos Cassagne, presidente de la filial argentina. Tanto Neuss como Cassagne tenían un embargo de 200 millones de pesos.
Para tomar dimensión de lo que significó el contrato con Thales Spectrum vale recordar que luego de una controvertida entrega en 1997, la compañía quedó a cargo de fiscalizar el uso apropiado del espectro radioeléctrico y cobrar un canon a los usuarios: telefonía celular, radios AM y FM, radiotaxis, además de los canales de televisión y compañías aéreas, entre otros. Pero esta concesión marcó un hito para la Argentina: se convirtió en uno de los pocos países en el mundo que delegaron esa actividad a una empresa privada. Si no fuera porque dos países africanos habían hecho antes lo mismo, el dato hasta podría haber encontrado un lugar en el Libro Guinness de los Récords.
El contrato con Thales Spectrum era por quince años, hasta el 2012, con una opción de prórroga por cinco años más, y significó un negocio de 500 millones de dólares, según estimaciones oficiales. Todo olía raro. Tanto la Auditoría General de la Nación como la Sindicatura General de la Nación, ambos organismos encargados de inspeccionar las cuentas públicas, encontraron numerosas irregularidades. Por ejemplo, la empresa habría incumplido en un 70 por ciento el contrato. Ni habría invertido mínimamente para reducir interferencias o evitar trasmisiones clandestinas y también adeudaba el canon a las arcas públicas. La denuncia original habla de un perjuicio de 302 millones de pesos a las cuentas del Estado, mientras que otras investigaciones elevaron finalmente la cifra a casi el doble. Hasta el semanario francés Le Point reveló en octubre del 2003 que desde Thales se habrían girado 25 millones de dólares a cuatro cuentas de bancos estadounidenses vinculadas a funcionarios de la administración menemista.
Todos estos informes que daban cuenta de los pasos en falso, tanto de la gestión menemista como de Thales Spectrum, impulsaron al ex presidente Néstor Kirchner a anular los contratos en febrero del 2004 y a reestatizar el control del espectro radioeléctrico. Hoy los “12 apóstoles” tienen varias razones para festejar. El delito de fraude a la administración pública previsto en el artículo 174 los podría haber castigado con penas de dos a seis años de prisión, pero zafaron. El procesamiento, en primera instancia, dictado por el juez federal Sergio Torres, que estimaba una defraudación estimada en 671.831.357,09 pesos; luego la confirmación de la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal que consideraba que se habían pagado coimas a funcionarios menemistas para digitar la concesión, sabiendo que el contrato no podía ser cumplido, todo quedó en la nada.
Hasta el diputado radical Ricardo Gil Lavedra debe estar festejando con su defendido, el abogado Juan Carlos Cassagne, presidente de Thales Spectrum Argentina. Mientras tanto, el perjuicio ocasionado al Estado quedó una vez más sin responsables. El doctor Jorge Eduardo Anzorreguy, defensor de Matías Bourdieu y reconocido no sólo por ser hermano de Hugo Anzorreguy, jefe de la SIDE durante el gobierno del ex presidente Menem, sino también por ser abogado de Marcela y Felipe Noble Herrera en la causa por la filiación de ambos, también debe estar brindando.
El único que todavía no puede festejar es Carlos Menem, quien fue procesado en una causa conexa por el juez federal Norberto Oyarbide en 2009, y si bien el proceso había sido archivado, la Cámara Federal ordenó reabrirlo y volver a investigar al ex mandatario por “administración fraudulenta”. Aún espera resolución en los tribunales de Comodoro Py.
Mientras tanto, la causa Thales Spectrum fue cerrada. La faja dice “Inexistencia de delito”.
Fuente: Revista Veintitrés
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
-
1983 – 1989 Alfonsín Propuesta electoral preveía 3 propuestas para organizar los medios: 1) Creación de 3 sistemas de explotación de la ... -
1920 – 1930 Irigoyen - Alvear - Irigoyen 1920: surge la Radiodifusión en Bs. As.: 27/8 Teatro Coliseo se emite a unos 50 receptores la ... -
Ley 26.522 ARTICULO 3º — Objetivos. Se establecen para los servicios de comunicación audiovisual y los contenidos de sus emisiones, los ...